Medicina, Filosofía Y Esoterismo

Descripción

Qué es lo que lleva al hombre a anteponer el deseo de conocimiento y libertad sobre el deseo de posesión y control. Qué es lo que lo inspira a controlar su mente. Qué es lo que lo aleja del caos y la confusión, y lo conduce a la armonía y a la sabiduría.
Qué diferencia puede haber entre un médico, un filósofo y un esoterista. La respuesta es sencilla: sus pensamientos. El primero piensa en sanar, el segundo en aprender, el tercero en conquistar. Los tres poseen la «Cura» como nexo. Sanar, aprender y conquistar tienen la matriz oculta del autoolvido. Es esa fuerza interna que permite unir la pequeña voluntad individual a la Gran Voluntad Única.
Somos el gran triángulo: ciencia, arte y espíritu. Cuando por uno u otro motivo: egoísmo, confrontación, ignorancia, nos arraigamos solo a un lado de ese triángulo, nuestra esencia se separa y quebranta la armonía perfecta que vincula nuestros tres pilares.
Los tesoros muchas veces permanecen guardados debido a que su luz espera el momento justo para brillar ante la oscuridad más penetrante. Su objetivo es marcar el contraste para la toma de decisiones. Quien abre un cofre sin expectativas se sorprende, aunque su contenido sea austero, porque prioriza la calidad de lo «guardado» antes que la cantidad de lo «almacenado».
El hombre se va transformando a través de su ciencia-conocimiento en un reflejo de su ser interno y florece como expresión artística más allá de su forma. Su espíritu incidió en su alma y esta en su personalidad.
La síntesis es el proceso mayor que le permite superar las etapas necesarias para elevarlo conscientemente a la eternidad. Desde allí el superhombre expresa su inmensidad.

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