Una Vida Muchas Vidas

Descripción

El principal objetivo al escribir estas memorias fue hacer conocer a mis hijas todos los detalles de lo mucho que ignoraban sobre la vida de su madre. Lo hice, con más razón aún, porque dediqué mis últimos 15 años a recopilar lo que conseguí descubrir y encontrar sobre mis ancestros, abuelos y bisabuelos italianos por parte de padre y catalanes por parte materna. Auxiliada principalmente por el recuerdo de conversaciones con mis padres, que orientaron la búsqueda y el hallazgo de partidas en el Registro Civil y en parroquias de la ciudad. No tuve la suerte de conocer a ninguno de mis cuatro abuelos. Sobre la rama italiana escribí “Descubriendo a mi abuelo Giovanni”, relato que fue muy apreciado por la familia porque conseguimos identificar antepasados recientes, como ser tíos y primos hermanos, nacidos en Argentina y en un viaje a Lombardía, Italia, en los libros de registros de la parroquia de Lozza encontramos ancestros hasta en el Siglo XVII.

Cuando mis hijas tuvieron en sus manos y leyeron estas memorias, manifestaron que deberían ser publicadas porque la de su madre no era solo una vida “única y diferente”, agregando que, al quedar impresas, servirían como testimonio de la personalidad, rutina y vida de una mujer a quien le tocó en suerte estar en este mundo durante la última mitad del Siglo XX y primeras décadas del Siglo XXI. 

Por tal motivo no ahorré detalles al describir todo lo que mi mente fue trayendo a la memoria relacionado con mis padres, hermanos, infancia, adolescencia, accidentes con graves riesgos, trabajos, viajes, casamientos y toda la experiencia de vida y momentos de infinito dolor acumulados a través de tantos años, tres casamientos y tres suegras maravillosas. 

Sé que mis recuerdos no me han engañado y puedo decir con conocimiento de causa que he disfrutado de mucha más felicidad que la que la vida acostumbra otorgar a la mayoría de los seres humanos. Me asombré al escribir e ir describiendo y descubriendo todo el respeto, paciencia y generosidad que han tenido hacia mí, a través de los años, las personas con las que conviví o me conocieron. Tengo siempre presente y cada día me digo que el tiempo no es infinito y no espera o permite que cada cual viva la vida que anhela o proyectó. 

Expreso mi convicción y aprovecho este texto para manifestar que tenemos que vivir la vida sin intentar entenderla, sólo eso, ya nos permitirá disfrutar a pleno nuestra existencia. 

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